Cápsula de champán

La invención de la cápsula se remonta a Adolphe Jacqueson en 1844.

El propósito real de estos pequeños "tapones metálicos" es evitar que el alambre se corte en el corcho. Sin embargo, estas cápsulas también son perfectamente adecuadas para imágenes de logotipos, gráficos, escudos y letras de las diferentes casas. A veces, incluso hay cápsulas con la imagen del propio vinicultor. La belleza y la enorme variedad de estas cápsulas ha inspirado a muchos coleccionistas durante mucho tiempo. Para algunos coleccionistas se considera ahora un caballo de pasatiempo muy serio. Algunas cápsulas se consideran muy raras y valiosas. Los amantes de esta materia se llaman placomusofilistas. La ciencia en sí misma se llama placomusofilia.

A diferencia de los sellos, por ejemplo, pequeñas colecciones de estas cápsulas también pueden ser maravillosamente enmarcadas y exhibidas en casa.

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